Conversaciones de café
Entrevista realizada por Marco Gil en los portales del Centro de Tlalpan el día 17 de agosto de 2012
Las conversaciones de café, sobre todo con personas inteligentes, nutren, divierten y enriquecen. A partir de esta edición, mes con mes, nos tomaremos un café con políticos, personalidades y personajes de Tlalpan para conversar sobre el pasado, presente y futuro de nuestra delegación. Por estar a unos días de cambiar el gobierno delegacional, y por ser la primera mujer que llega a la jefatura de Tlalpan, Maricela Contreras Julián es la primera invitada a conversar con nosotros.
La cita tiene lugar en el café La Selva del centro de Tlalpan.
Maricela Contreras y Marco Gil en los portales de Tlalpan.
PT: Gracias, Maricela, por aceptar esta invitación. Sabemos que estás muy ocupada y, pese a ello, te has hecho de un espacio para conversar con los lectores de Planeta Tlalpan.
MC: No, Marco, al contrario: gracias a ti, gracias a ustedes por pensar en mí.
PT: Comencemos entonces. Tú naciste aquí; tuviste el privilegio de vivir algo del Tlalpan de los años sesenta y mucho del de los setenta y ochenta. Comencemos por esos recuerdos, ¿te parece bien?
MC: Claro que sí. Me vienen muchos recuerdos. En aquellos tiempos, colonias como Tlalcoligia, mi colonia, estaban apenas construyéndose, de a poco, con tenacidad, paciencia y mucho esfuerzo. Había mucho campo. A veces íbamos a la escuela en burra, de un lado nosotras y del otro los botes para que mi papá, después de dejarnos en preescolar, muy arregladas y limpiecitas, se fuera a cargar agua.
Recuerdo también el fogón en casa de mi tía, en Tlalcoligia, donde ella salía a recoger quintoniles para hacer de la buena masa algo aún más delicioso.
De los pueblos bajaban a vender de todo. Recuerdo a Don Luz, que llegaba con leche directa del establo... al de las verduras... al del pan. Te hablo de cuando San Andrés y Topilejo eran sólo sembradíos, y de eso hace apenas unas décadas.
PT: ¿Y qué nos dices del paisaje urbano de ese entonces?
MC: Todo eran pirules, tepozanes y pedregales. La zona volcánica de Santa Úrsula Xitla... la vida familiar... el andar en bici, entre piedras y con las rodillas peladas. En ese entonces creo que las familias se apoyaban más, había más noción de comunidad; imagina, por ejemplo, todo el trabajo comunitario para construir Tlalcoligia, que en ese tiempo era la última colonia.
PT: Es claro que la familia fue importante para ti.
MC. Siempre fueron ejemplo. Soy producto de la cultura del esfuerzo. Mis papás decidieron estudiar cuando yo tenía nueve o diez años. Terminaron la primaria aquí y siguieron estudiando; a mi papá le tocó ser primera generación del CCH.
PT: ¿Y cómo descubriste tu vocación política?
MC: Empecé en la escuela de enfermeras, pues participé en la primera huelga, en el 78.
En 1979 un grupo de jóvenes de Tlalpan logra el registro del PC y ahí inicia nuestra militancia. Con León, mi compañero y esposo, comenzamos a recorrer Tlalpan. Siempre, como hasta hoy, hicimos trabajo político en territorio.
León Téllez y Maricela Contreras el día que le entregaron a ella la constancia de mayoría en el IEDF.
PT: Y regresando al presente, dime cuáles son, en tu opinión, los cambios más significativos ocurridos en nuestra maltratada delegación.
MC: Por supuesto que el incremento de la población, producto de la llegada de mucha gente de otros lugares. Eso aceleró la transformación del territorio rural en urbano.
La construcción de la U.H. Villa Olímpica y de la U.H. Narciso Mendoza, conocida como Villa Coapa (de burócratas y trabajadores) son ejemplos detonadores. También sucedió que con ello cambiaron el número y tipo de negocios. Desapareció La Luna y con ella la glorieta y el monumento a Zapata. La decadencia de los negocios pequeños y medianos viene con el auge de los grandes centros comerciales. Así se acabaron los pedregales. Muchos llegaron a invadir pobres y ricos por igual, todos abonaron para acabar con la vocación agropecuaria y forestal. Así fue.
PT: Coméntanos, Maricela, cómo ves el futuro inmediato de Tlalpan. ¿Qué demarcación recibes hoy que estás por tomar la administración delegacional, y cómo quieres entregarla en 2015?
MC: Hoy tenemos una estructura que no satisface la demanda ciudadana. La gente pide a gritos concluir obras y servicios básicos. Se pide descentralizar actividades culturales, así como facilitar la comunicación con los servidores públicos. Es necesario aprovechar mejor los recursos humanos y la infraestructura con que contamos. Veo una gran participación ciudadana, y un equipo que trabajará 24 horas diarias durante los 1,095 días del gobierno que me tocará encabezar. Hay una gran exigencia ciudadana, de modo que tenemos que dar resultados y cumplir expectativas. Trabajaré para llevar a Tlalpan a ser la delegación mejor calificada, la número uno.
PT: Has sido muy clara. Así las cosas, ¿cómo quieres que se te recuerde cuando concluya tu ciclo como jefa delegacional?
MC: Quiero que me recuerden como una mujer entusiasta, legítima, incansable, honesta, capaz de compartir alegrías y tristezas. Una mujer de trabajo, que se esforzó por conseguir recursos adicionales y que cumplió su mandato con eficiencia, dignidad y congruencia.
PT: Finalmente, nos gustaría saber dónde y cómo te ves al término de tu mandato.
MC: Quiero seguir en la política, estar vigente y ser senadora de la república.
PT: Gracias, Maricela, por tu tiempo y por la buena charla.
MC: Al contrario, gracias a ustedes, y un saludo afectuoso para sus lector@s.